Le encanta nadar y pese a que es muy friolenta, le encanta el frío. Le carga el chicle y dice tener pésima memoria. Sueña con irse a vivir al sur junto a Enrique, su pareja. Es profesora de arte, integrante del comité ambiental de su colegio, fundadora del blog de cocina Espacio Culinario. También hace clases de food styling y hace producción y fotografía culinaria. Muchos la conocen por sus redes sociales bajo el nombre de @loquemaspuedo. Estas líneas describen, brevemente, a Francisca Amenábar.

Conversamos con ella para que nos contara sobre su estilo de vida y el cómo ha logrado ir cambiando sus hábitos para llevar una vida más sustentable y amigable con el planeta.

¿Cuándo y cómo comenzaste a llevar una vida más sustentable? ¿Cuáles fueron tus primeros pasos?    

“No hubo un hecho puntual, pero quizás siempre sentí algún interés en poder ser autosustentable, aunque para mí era algo que sólo podía lograrse viviendo en el campo. El 2015, cuando entré al comité ambiental del colegio en el que trabajo, se me abrieron los ojos. Ese año la meta era instalar contenedores diferenciados para desechos reciclables. Al poco tiempo derribé mi concepción de que "ser ecológico" era solo "reciclar" y que debíamos apuntar a un desarrollo sostenible y que era bastante (BASTANTE) más que eso. A su vez, todo lo que íbamos avanzando y aprendiendo en el colegio lo iba a aplicando a mi vida, comencé a recorrer un camino que no tiene retorno”.
 

Imaginamos que lo anterior te llevó a formar un Instagram, o ¿cómo surgió? cuéntanos un poco más sobre @loquemaspuedo

“El 2016 hice la Academia Basura Cero, el 2017 un diplomado en Educación Ambiental y el 2018 la Academia Circular. Además de participar en cuanto seminario, encuentro o curso al que pudiese ir que abordara el tema de la sustentabilidad. En este proceso me pasa, quizás desde mi vocación de enseñar, el querer compartir toda esta información que estaba haciendo explotar mi cabeza y cambiando mis hábitos, sin embargo, desde Espacio Culinario (@eculinario) no entraba mucho el hablar de la sustentabilidad más allá del tema de la comida, porque entre un pastel, un risotto y un timbal no encajaba mucho hablar de la copita menstrual o moda sostenible.

Sentía que tenía que hacer una cuenta, pero me daba un poco de miedo empezar a compartir cosas más personales, es como abrir las puertas de tu casa y sentir que podía quedar muy expuesta, vulnerable. Pero después de la Academia Circular me hizo todo el sentido crearme la cuenta, NECESITABA poder tener un canal de sensibilización con más alcance del que tengo en el colegio y así nació la cuenta. Me tiré a la piscina y la verdad es que ha sido increíble este tiempo, la gente es muy generosa y motivada, jamás me ha llegado un mal comentario. Sólo algunos puntos de vista diferentes lo cual me parece la mejor forma para generar mayor reflexión, discusión y enriquecimiento. Nunca imaginé que iba a tomar el vuelo que ha tomado.

El nombre se basa en una leyenda guaraní: se está quemando la selva y todos los animales arrancaban despavoridos. Hasta que uno ve que un colibrí va y viene. ¿Por qué no arrancas?, le pregunta. El colibrí responde "es que más allá hay agua y la llevo en mi pico para apagar el incendio": "Pf! Pero tú solo no vas a poder apagarlo", se rieron. "Hago lo que más puedo". Lo que yo, Fran, haga... no mueve la aguja, pero si logro motivar a mi familia, a mis amistades y ellxs a más personas... entonces quizás sí lo logremos”.

¿Cuál ha sido la reacción de tus amigos y familiares frente a este cambio en tu estilo de vida?

“A veces me tiran la talla o a veces te dicen que esto lo hace sólo gente con tiempo. Pero en general, veo que en la gran mayoría han tenido una reacción positiva. Creo que se motivan al ver que se puede ser una persona "normal" y llevar una vida con menos basura y más sustentable. A veces me dicen que pueden ir por la calle, les da sed, y se arrepienten de comprar un agua embotellada porque no les queda tanto para llegar a la casa o conversamos sobre opciones de compostaje, políticas publicas respecto al tema, en fin, empiezan a ponerse estos temas sobre la mesa que creo que es un paso clave: socializar y "ecocivilizar"”. 

¿Qué ha sido lo más difícil de este proceso?

“Manejar la frustración de no avanzar tan rápido como quisiera, de que a veces se retrocede y el poder aplicar esto a nivel más macro como en empresas, instituciones o en la familia ampliada. Encontrarse con que muchas veces no existe "la mejor opción" sino que la "menos mal", por ejemplo, un producto puede ser vegano y no testeado en animales, pero puede estar hecho en base a aceite de palma. Te encuentras mucho con estas contradicciones, pero a su vez, te invitan a seguir aprendiendo, compartiendo, buscando”.

¿Qué consejos le darías a quienes quieren hacer un cambio en sus vidas y comenzar a vivir de manera más sustentable?

“Siempre digo que todxs tenemos alguna fibra que nos toca, pueden ser los animales, la naturaleza, el océano, las personas, la pobreza. No a todas las personas les entra este tema por el mismo lado, entonces buscar qué es lo que realmente te hace sentido, lo que te va a llevar a movilizarte. Cuando lo descubras entonces proponerse un objetivo alcanzable al corto plazo, viable y medible, por ejemplo, dejar de consumir café en vasos de polipapel por una semana.

Después de este ejercicio te darás cuenta que puedes ir con tu mug a todos lados y llevar tu café ahí o bien te lo pueden rellenar en las cafeterías. Después pasar a un segundo objetivo y así ir avanzando. Al principio puede que sea más lento, pero tratar de hacerlo todo es difícil, frustrante y hasta paralizante. El proceso te tiene que ir encantando en la medida que te das cuenta que gastas menos plata, que puedes ser feliz con menos, que tus acciones o evitar cosas pueden mitigar tu impacto en el medio ambiente, fauna, flora, recursos, personas. Pero también es clave conversar, debatir con quienes te rodean y también buscar redes de apoyo, desde amigxs hasta incluirse en grupos de Facebook como Zero Waste Chile”.

Pia Alvarez